Por Melissa González
Los peligros en Internet especialmente para los niños siempre están latentes, es por ello que con frecuencia se trata de concientizar a los padres sobre la importancia de tener a sus hijos en la mira cuando navegan en la web.
En la mayoría de los casos se vincula a personas adultas entre las amenazas, sin embargo, la amplitud de la tecnología actual ha hecho que surja el “ciberbullying”, que se define como el acoso que se da entre iguales, en este caso niños.
Este acoso se puede dar mediante amenazas, hostigamiento, humillaciones o acciones que molesten a un individuo, ya sea por medio de las redes sociales, mensajes de texto o chats, según se describe en el sitio ciberbullying.net.
Estas situaciones en muchos casos se acompañan de chantajes, y es considerada causa de depresión en los menores, incluso con mayor probabilidad que cuando este acoso se da cara a cara, según sugiere un estudio reciente.
“Por desgracia, y a pesar de que no hay por lo general maltrato físico, los efectos del ‘ciberbullying’ pueden ser tanto o más devastadores que los del acoso escolar. El daño es enorme con un simple clic. Y no hay lugar donde esconderse, porque el entorno virtual es ya parte de la vida de los niños y adolescentes, y les acompaña donde quiera que estén”, según dio a conocer en el sitio Jorge Flores Fernández del Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación de España.
Una investigación realizada por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos basada en 7 mil encuestas a escolares reveló que para los participantes era más difícil superar el acoso virtual porque para hacerlo debían desprenderse de las redes sociales o el celular, según reprodujo el sitio elmundo.es.
Una de las características de este mal es que sus atacantes en la mayoría de los casos no se identifican.
Los creadores de la investigación, cuyos resultados también se publican en ncbi.nlm.nih.gov, indican que esta situación interfiere en el rendimiento escolar, las relaciones sociales y en general en los sentimientos de bienestar.
La recomendación para los menores es que pidan ayuda, que no respondan a provocaciones, cambiar el número de teléfono si es necesario, así como asegurarse de contar solo con personas de confianza como amigos en las redes sociales.
También se recomienda revisar la computadora para descartar la presencia de algún software malicioso, aconseja el sitio ciberbullying.net.
Fuente: http://www.larepublica.net/app/cms/www/index.php?pk_articulo=40432
Los peligros en Internet especialmente para los niños siempre están latentes, es por ello que con frecuencia se trata de concientizar a los padres sobre la importancia de tener a sus hijos en la mira cuando navegan en la web.
En la mayoría de los casos se vincula a personas adultas entre las amenazas, sin embargo, la amplitud de la tecnología actual ha hecho que surja el “ciberbullying”, que se define como el acoso que se da entre iguales, en este caso niños.
Este acoso se puede dar mediante amenazas, hostigamiento, humillaciones o acciones que molesten a un individuo, ya sea por medio de las redes sociales, mensajes de texto o chats, según se describe en el sitio ciberbullying.net.
Estas situaciones en muchos casos se acompañan de chantajes, y es considerada causa de depresión en los menores, incluso con mayor probabilidad que cuando este acoso se da cara a cara, según sugiere un estudio reciente.
“Por desgracia, y a pesar de que no hay por lo general maltrato físico, los efectos del ‘ciberbullying’ pueden ser tanto o más devastadores que los del acoso escolar. El daño es enorme con un simple clic. Y no hay lugar donde esconderse, porque el entorno virtual es ya parte de la vida de los niños y adolescentes, y les acompaña donde quiera que estén”, según dio a conocer en el sitio Jorge Flores Fernández del Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación de España.
Una investigación realizada por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos basada en 7 mil encuestas a escolares reveló que para los participantes era más difícil superar el acoso virtual porque para hacerlo debían desprenderse de las redes sociales o el celular, según reprodujo el sitio elmundo.es.
Una de las características de este mal es que sus atacantes en la mayoría de los casos no se identifican.
Los creadores de la investigación, cuyos resultados también se publican en ncbi.nlm.nih.gov, indican que esta situación interfiere en el rendimiento escolar, las relaciones sociales y en general en los sentimientos de bienestar.
La recomendación para los menores es que pidan ayuda, que no respondan a provocaciones, cambiar el número de teléfono si es necesario, así como asegurarse de contar solo con personas de confianza como amigos en las redes sociales.
También se recomienda revisar la computadora para descartar la presencia de algún software malicioso, aconseja el sitio ciberbullying.net.
Fuente: http://www.larepublica.net/app/cms/www/index.php?pk_articulo=40432
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